el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 11 de octubre de 2011

11/ 10: DC COMICS PRESENTS NIGHT FORCE


Es raro lo que hizo DC con esta serie. De tenerla barrida abajo de la alfombra, pasó en muy poquito tiempo a reeditarla en dos formatos, tal vez para avechuchear con la muerte de Gene Colan, y la necro-chapa que generaron los cientos de (merecidísimos) homenajes al maestro. Lo cierto es que los primeros cuatro números salieron en un TPB para pobres, y al toque salió la serie completa en un libro más lujoso, creo que un Omnibus. Adiviná cuál se compró el croto que escribe este blog…
Lo primero que llama la atención (además del color vomitivo, un clásico en los comics pre-Image) es que, para ser de 1982, Night Force se mantiene bastante actual. Te das cuenta de que es viejo por la ropa, los autos, esas boludeces. Pero se lee bastante parecido a los comics más actuales. No está sobre-explicado, no se recapitula en cada episodio lo sucedido en el anterior (hay menciones, pero sutiles) y la verdad es que, si bien Marv Wolfman metía mucho más texto por página del que se usa hoy, al lado de los X-Men de Claremont esto es historieta muda, como el Pinocchio de Winshluss que vimos ayer.
Yo, que no tenía la menor idea de para dónde iba esta serie (efímera, por cierto), creía que todo giraba en torno al enigmático Baron Winters, ese que tiene bastante chapa en un numerito de Swamp Thing de Alan Moore. Pero no: Winters es apenas uno de los protagonistas, y no precisamente el que más aparece, ni al que más se calienta por desarrollar la dupla autoral. A Wolfman parece interesarle más Jack Gold, periodista jodido, cabezadura, grosero, divorciado, al que le costó un huevo derrotar al alcoholismo y ahora fuma un pucho atrás de otro. Con todos sus defectos, Gold es lo más parecido a un “héroe” que tiene la serie. Y después están el parapsicólogo Donovan Caine (un poco para explorar la arista “científica” de los extraños sucesos que presenciamos) y –esto es MUY fumado- al igual que en su insuperable Tomb of Dracula, Wolfman y Colan meten a una nieta de Abraham Van Helsing, que esta vez no se llama Rachel sino Vanessa. Por ahora, Vanessa es el personaje menos explorado, casi un artefacto que pasa de mano en mano, pero con poquísima personalidad, porque está siempre drogada, en trance o desmayada.
Este primer tramo de la serie se las ingenia para presentar un montón de elementos misteriosos, cercanos al género del terror, pero mostrados y explicados de modo más realista, más como “fenómenos paranormales”. La trama, además de un par de buenos personajes, incluye espionaje, runfla política, unas cuantas muertes bastante truculentas y una leve cuota de erotismo, por ahí jugada para lo que se publicaba en EEUU en 1982, pero 100% light para los standards actuales. Y la verdad es que la mezcla funciona. Desde el principio queda clarísimo que Wolfman no quiere hacer una secuela ni un clon mínimamente disimulado de Tomb of Dracula (a pesar de la nieta de Van Helsing). La onda es crear suspenso mediante un misterio más complejo, más creíble, menos obvio que la hipnótica e infinita lucha de Dracula contra Quincy Harker y sus amigos. El resultado es –por ahora- sumamente promisorio.
Y por supuesto, Wolfman juega con 40 anchos de espada en el mazo, porque tiene de dibujante al glorioso Gene Colan, con quien trabajó mil años y con el que (como con George Pérez) se leían la mente. Falta el mítico Tom Palmer en tintas, pero está Bob Smith, que no entorpece para nada el lucimiento del prócer, de esas figuras dinámicas, esas puestas en página jugadas, esos rostros super-expresivos, esos climas ominosos, esas angulaciones zarpadas, todas esas cosas que hicieron inmortal a Gene “the Dean”. La que sí conspira para hacerlo mierda (y por momentos lo logra) es la colorista (y en aquella época esposa del guionista) Michelle Wolfman, verdulera irredenta que merece ir en cana por los imprescriptibles delitos que cometió contra el dibujo de Colan.
Con 96 páginas ya fagocitadas, asciendo a Night Force del rubro “bizarreada ochentosa” al de “clásicos semi-ocultos”. Y si en el broli que trae la serie completa las historietas están recoloreadas, lo empiezo a mirar con cariño.

4 comentarios:

roberto barreiro dijo...

Night Force definitivamente es una papita fina escondida que merece rescatarse. Si me apuran un poco está adelantada al subgenero "conspiracion paranoica porque hay mas cosas ocultas en la realidad de las que se ven" (ese que popularizo X-files) en diez añitos. Y debería ser candidata a que alguien la agarre y convierta en una serie de tele grossa hoy por hoy.

dibujante dijo...

Gene Colan siempre hizo Magia con sus lápices , sus personajes respiran , viven . Esta serie es excelente , superdisfrutable .

Patricio dijo...

Y me sumo a los homenajes de Gene colan , Alguna posibilidad de comentar el HC que saco DC hace poco de Colan en Batman?; porque promete.

Andres Accorsi dijo...

No creo, porque no me lo compré. Si alguien me lo regala, con mucho gusto...