el blog de reseñas de Andrés Accorsi

domingo, 10 de julio de 2011

10/ 07: OUR ARMY AT WAR


No sé si fue un evento de quinta semana, o qué carajo pasó, pero este año DC publicó cinco one-shots con sus clásicos títulos del género bélico y con historietas 100% nuevas. Después salió el recopilatorio y acá está.
La primera historieta establece un paralelismo entre la Segunda Guerra Mundial y la actual guerra en Medio Oriente, por supuesto desde el punto de vista de los yankis, que siempre “se ven obligados” a entrar en estos conflictos porque son víctimas de una agresión por parte de “los malos”, no porque haya otros intereses en juego, no vayas a creer. Y bueno, el jueguito de contar las dos historias intercaladas le sale bastante bien al guionista Mike Marts, aunque sean historias flojas, medio traídas de los pelos, y con una aparición del glorioso Sargento Rock y su compañía Easy, también muy forzada y sin peso decisivo en la trama. El dibujo de Víctor Ibáñez es lindo, correcto, medio Juan Carlos Flicker, pero bien.
Le siguen tres historias cortas: la primera está escrita y dibujada por el genial Darwyn Cooke, y es un cago de risa: un relato 100% en joda, dibujado en un estilo parecido al que usaba Mike Mignola para sus historietas cómicas, y protagonizado por los cadáveres de grandes figuras de la historia de la guerra. Son siete paginitas, nomás, pero se disfrutan a pleno. Después viene una historia estremecedora, de impecable factura, a cargo de Ivan Brandon (el coordinador de 24Seven, una antología de Image que reseñamos el año pasado) y de Nic Klein, un dibujante al que no conocía y me encantó. Otras siete páginas memorables de verdad. La tercera historia corta, la del mítico Jan Strnad y el ignoto Gabriel Hardman, no está al nivel de las otras dos, pero tampoco es un espanto excecrable.
Volvemos a las historias largas (bah, de 22 páginas), esta vez con The Losers, pero los clásicos, no los de Andy Diggle. La verdad que el guión es menor, poco verosímil y no muy original. Los logros del guionista B. Clay Moore se limitan a explorar la vertiente realista (o sea, grim ´n gritty) de personajes que hasta ahora siempre habían sido demasiado blandos, demasiado idílicos y absolutamente irreales. El dibujo de Chad Hardin, chato y adocenado, no aporta demasiado a la historia más floja del tomo.
Pero guarda, que se viene el Haunted Tank, junto al cual combatimos a los nazis el 16 de Marzo de este año. A años luz de las historias de Bob Kanigher, pero sin traicionar un milímetro su esencia, Matthew Sturges nos ofrece una historieta realmente excelente, en la que queda clarísimo que el Haunted Tank, como concepto, no es para nada inviable. Bien laburado, puede funcionar incluso hoy. Dibuja el británico Phil Winslade, en un estilo raro, como si quisiera combinar el suyo propio con el de Irv Novick (uno de los dibujantes clásicos del Tank). Pero es una rareza linda, atractiva, muy bien apuntalada por un notable trabajo de documentación y un coloreado magnífico y sutil a cargo de Lovern Kindzierski.
Y cerramos con Mademoiselle Marie, en una trama de intriga y traiciones bien llevada, con sorpresas, mala leche y buenos diálogos, cortesía de Billy Tucci. No es una joya, pero funciona muy bien. El dibujo se lo reparten entre Justiniano y Tom Derenick (quien va a dibujar el título bélico que DC lanza en Septiembre) y ninguno de los dos desentona para nada. Es un dibujo correcto, cumplidor, sin genialidades y sin saltos al vacío.
Mirala a DC acordándose de que tiene un montón de personajes sin superpoderes que pelearon en la Segunda Guerra Mundial… Como recreo, como oasis entre tanta capa y tanta máscara, está bueno, pero, ¿se bancará el público actual una serie mensual protagonizada por estos heroicos combatientes de tiempos tan lejanos? ¿O será hora de poner los huevos sobre la mesa y crear héroes de genero bélico para el Siglo XXI? Lo cual lleva a otra pregunta más interesante: ¿Se puede? ¿Hay algo parecido al heroismo en las guerras que vemos hoy en los noticieros? ¿O es una mentira que, desde la década del ´50 para acá, no se sostiene ni a palos? Para pensarlo, no?

3 comentarios:

Claudio dijo...

Me parece que perfectamente se puede hacer un comic belico ambientado en guerras actuales que exploren una vertiente mas realista, no tanto la del héroe. Todo depende claramente del conflicto en el cual esta ambientado y las fuerzas involucradas, si lo ambientas en Irak es totalmente inviable hacer historias que relaten batallas frontales, sino que se tiene que enfocar mas bien los recovecos que puede tener una guerra en la que se tiene la supremacia tecnologica pero no el control efectivo del territorio debido a la resistencia de la poblacion local que termina utilizando tacticas de guerra asimetrica y descentralizada.
Pero hay gran cantidad de conflictos que se pueden relatar en los que hay hasta cierto punto similitudes con guerras preteritas ( principalmente por la simetria que hay entre las fuerzas ), los conflictos en Africa pueden ser de este estilo.
Una ultima vertiente que en mi opinion merece atencion pueden ser las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, que pueden ser enfocadas como imposicion hegemonica de una potencia unipolar que trata de legitimarse mediante un organismo en el que todos los paises son iguales pero hay 5 que son mas iguales que el resto, o desde un punto de visto mas " on the ground " de como los visiones y doctrinas de diferentes fuerzas del globo se ven obligadas a coexstir para el logro de un objetivo comun y como estas chocan y tratan de comprenderse ( ejemplo claro es aquellos casos en los que oficiales argentinos y peruanos han comandado soldados hungaros y croatas ). Son solo ideas, pero el genero es sumamente fertil si se sabe explorarlo.

ARIEL dijo...

HOLA ANDRES, BALCARCE COMENTO EN LA CRITICA DE FUNERAL. ¿Y LA RESPUETA? SERIA BUENO LEERLA. SALUDOS

Víctor Ibáñez dijo...

Medio Juan Carlos Flicker?

Saludos.