el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 9 de septiembre de 2010

09/ 09: IMPERATOR


Che, ¿puedo decir que Alcatena cada día dibuja mejor? ¿No quedará como una succión calcetineana medio asquerosa? Bue, me cago. Llevo más de 250 días sin medir las palabras, no vamos a empezar ahora. Alcatena cada día dibuja mejor. Yo creo que el punto de inflexión, el trampolín al carajo que le dio nuevo vuelo al monstruo que nos hace delirar hace más de 20 años, fue Marco Polo, el libro que escribió y dibujó en 2000, para una editorial francesa. Me parece que ahí Quique se soltó definitivamente, terminó de acomodar el estilo, y a partir de ese trabajo se propuso superarse siempre, ir siempre un poco más allá. En este Imperator, realizado para Italia junto a su co-equiper favorito, el nivel del dibujo de Quique ya desafía a la comprensión humana. Ya no hay análisis ni exégesis posible, sólo me queda babear como un subnormal y mirar una y mil veces los dibujitos como un chico de 13 años con su primera Hustler.
Posta, no hay palabras. Imperator es una excusa perfecta para que Alcatena recorra todas las culturas occidentales del mundo antiguo (Roma, Bretaña, Egipto, Cartago, Alejandría, la Hélade) y nos muestre como sólo él puede hacerlo su arquitectura, sus ejércitos, sus monumentos y –sobre todo- su mitología, su folklore, su forma particular de narrarnos lo trascendental, las historias que realmente importa. Acá se entreveran héroes, dictadores, guerreros, conspiradores, dioses, demonios, mitos, profecías, cielos e infiernos, en una orgía visual perfectamente controlada, donde todos los excesos barrocos de Alcatena tienen justificación (y aunque no la tuvieran, ¿quién se va a quejar de que este animal dibuje a ese nivel?) y donde la pluma y el pincel no dibujan seres o lugares mágicos, sino que SON la magia. Inexplicables, hipnóticos y fascinantes como ese pase de manos que el mago te hace a dos centímetros de tu cara sin que percibas el truco, los trazos de Alcatena te llevan por un mapa de culturas, religiones y leyendas que abarca más de 160 páginas y nunca afloja en impacto ni en intensidad ni en esa sensación de estar contemplando algo único y maravilloso.
Como tantas obras monumentales de Alcatena, Imperator contó con un guión de Eduardo Mazzitelli, un grande de verdad, injustamente desconocido por legiones de fans del comic argentino. Pero este no es precisamente su mejor trabajo. La trama es simplista, por momentos predecible, y –como en Los Viajes de Faustus- le juega muy en contra que el héroe supere todos los obstáculos con tanta facilidad, casi sin transpirar la camiseta. Al final hay sorpresas: el combate definitivo entre los dos protagonistas se define de un modo impensado, medio a contramano de lo que el lector supone que va a pasar. Pero a Mazzitelli le sobra oficio, entonces esa trama medio simple se estira a 160 páginas sin hacer sufrir al lector. El guionista la adorna con algunos chistes, con un desfile incesante de peripecias fantásticas, con algún dilema moral, y sobre todo con unos bloques de texto magistrales, de gran lirismo y llenos de frases contundentes, al estilo (o un poquito por encima) del mejor Robin Wood. Y hasta se da el lujo de que algunos personajes crezcan y evolucionen a lo largo de la historia, cosa poco sencilla cuando el tono es 100% épico y casi solemne.
Imperator es una fábula sencilla, que se podría haber contado en 10 ó 12 páginas, pero a la que Mazzitelli le sumó un montón de elementos interesantes, que a su vez son los que Alcatena (supongo) tenía ganas de dibujar. Como en todas las obras de la dupla, la machaca está des-enfatizada y el foco está puesto en una reflexión, en este caso acerca de cómo se construye, para qué sirve y qué efectos logra la figura del héroe, del guerrero mítico capaz de desafiar al poderío máximo, sin buscar más premio que la gloria. No quiero contar más detalles para no spoilear, pero lo más importante es remarcar con letras tamaño Hollywood (las que están emplazadas en la colina) lo grosso, lo fastuoso, lo majestuoso, lo extraordinario y formidable del dibujo de Alcatena. Ver para creer… y ni así.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un Groso quique Alcatena. Gratamente recibi ese tomo para mi cumpleaños y estoy esperando tener el tiempo necesario, para dedicarle la atencion que se merece. Muy buena edicion.
Tornado