el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 22 de mayo de 2010

22/ 05: NEGRO EL 10


Sorpresas te da la vida. Una editorial a la que jamás había oído nombrar (Manoescrita), un guionista 100% desconocido (Santiago Maisonnave) y un dibujante al que tenía visto, pero en trabajos que nada tienen que ver con este: Iñaki Echeverría, el que hace esas tiras cómicas con insectos y bichos en la Fierro. De ahí salió este libro, al que vale la pena descubrir.
Negro el 10 ofrece 10 historietas cortas (entre 3 y 11 páginas) que giran en torno a distintos asesinatos. Cambian las ambientaciones (del Siglo XIX al Tricentenario de la Argentina, del campo a la ciudad) y cambian los protagonistas, pero todas las historias tienen como estrella a la muerte de alguien y al responsable de la misma. Son historias pausadas, con prolongados (y protagónicos) silencios, sórdidas, melancólicas y bastante tangueras (aunque la ambientación campestre de Bucólica y Respeto nos remita más al folklore). En todas el asesinato marca el fin ineluctable de alguien que se zarpó, que hizo una de más, que arriesgó más de la cuenta, o averiguó cosas que conviene no saber.
En las historias de Maisonnave el homicidio tiene tanto protagonismo que ni siquiera se lo castiga. O sí, pero no importa, no es lo que nos muestra la historieta. La historieta termina con el crimen consumado e impune. Y si la historia prosigue, y el asesino eventualmente debe responder por su accionar, es algo que los autores no nos cuentan. A ellos les interesa ese momento, el del asesinato, y en todo caso lo que suceda después se lo imaginará cada lector, si le cabe. O sea que no son historietas “policiales”, porque nunca llegamos a la instancia en que la policía interviene para descubrir quién mató a quién o qué castigo le corresponde. Esto es claramente un “crime comic”, que es como le dicen los yankis a la historieta policial. De hecho, los maestros del género “criminal” (los escritores yankis que en los años ´30 desarrollaron lo que hoy conocemos como “novela negra”) están muy presentes en Negro el 10, aunque las historias estén claramente ambientadas en Argentina.
Es muy notable cómo Maisonnave plantea, desarrolla y define una historia en muy pocas páginas. Mi historieta favorita (Ruta 9) es una de las más extensas (9 páginas), pero también en 5 y 6 páginas hay historias muy redondas, muy bien sintetizadas, con climas e identidades propias. Al tener tanto peso los silencios, los diálogos llaman más la atención, y ahí hay algunos que no suenan del todo creíbles al oído, pero son pocos y la mayoría de las veces Maisonnave le acierta al tono y a los rasgos de habla más adecuados para cada personaje y cada situación.
Como decíamos, el trabajo que realiza Iñaki Echeverría en este libro no se parece en nada a lo que habíamos visto en Fierro. Acá se vuelca a un blanco y negro puro, muy bien balanceado, y muestra con claridad que se tomó el trabajo de estudiar a los maestrso del claroscuro: Vemos viñetas que nos recuerdan al Alberto Breccia de Buscavidas, cositas de José Muñoz, de Ted McKeever, de Chabouté… y queda ese toque semi-funny, de dibujo que no intenta en ningún momento proponer un realismo fotográfico, en el que se cuela algún grafismo tributario del Negro Fontanarrosa. Con un trazo austero y sin estridencias, Iñaki plasma paisajes y locaciones muy variados, aunque los personajes de las distintas historias a veces se parecen un poquito entre sí. El fuerte del dibujante es, claramente, la narrativa, y cómo esta aparece ajustada y 100% al servicio del relato. La historieta Tango es el ejemplo más claro de esta danza perfectamente sincronizada entre lo que propone Maisonnave y lo que dibuja Iñaki, pero hay hallazgos narrativos, de ritmos, pausas y sensaciones en todos los episodios.
Negro el 10 es una excelente oportunidad para encontrarnos con dos autores nuevos que tienen mucho y muy bueno para mostrar, no sólo a los amantes de la historieta “criminal”. Acá hay una solidez de la que no se ve todos los días, ni siquiera en los autores consagrados. Lo único medio lamentable es que de las 112 páginas del libro sólo 68 son de historieta. El resto se pierde entre carátulas y separadores que no aportan nada, y un muy buen prólogo de Lautaro Ortiz. Una pena, porque todas esas páginas llenas de nada encarecen innecesariamente el producto y dejan afuera a potenciales compradores. Por suerte a las páginas en las que sí se ve el trabajo de Iñaki y Maisonnave les sobran los argumentos para atraer y seducir a los lectores. Apostale a Negro el 10, que garpa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La compré en la Feria del Libro, justo estaba por hacer una nota también. Hace un tiempito le hice una entrevista para la Comiqueando: http://www.comiqueando.com.ar/seccion_detalle.php?id=438 abrazo! Colo

martin ruig dijo...

hacia tiempo que no veia un libro de historietas tan solido como este libro, para mi tambien fue una sorpresa.
saludos