el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 13 de abril de 2010

13/ 04: GOKU MIDNIGHT EYE Vol.2


Vuelvo a este manga cuyo primer tomo me cebó bastante, pero esta vez no llega a esa misma altura en el Cebímetro. En vez de varias historias cortas, el tomo tiene una muuuuy larga (tanto que empezó y quedó inconclusa en el tomo anterior) y una segunda, mucho más corta. Y la verdad es que la historia larga está buena, pero no sé si daba para estirarla tanto.
Por suerte la lectura es muy ágil, es como mirar una peli de acción. Pero, como en las malas pelis de acción, el héroe se salva demasiadas veces de demasiados peligros demasiado extremos, el villano en vez de matarlo le explica sus planes en extensos soliloquios y al final, obviamente, gana el bueno y todos felices. El misterio que investiga Goku (el de la diosa Tendojo, un espectro asesino venerado por un siniestro clan ninja) se desenvuelve de modo atractivo, y hasta se explica de modo coherente. Hay algunos personajes secundarios que aportan bastante a la trama (principalmente Yagami, la luchadora que inesperadamente se le da vuelta al villano y ayuda a Goku), y el antagonista está bien pensado, con planes y motivaciones más que elaborados. Pero podríamos habernos ahorrado varias peleas y escapes milagrosos y resolverlo de modo menos retorcido. Toda la escena con el adivino, por ejemplo, podría no estar, o haberse abreviado a una extensión mucho menor, sin afectar para nada el desarrollo de la trama.
Por suerte, en materia de dibujo Buichi Terasawa está incluso más afilado que en las primeras aventuras, y todo es tan placentero de mirar, y hay tanto esfuerzo porque el dibujo acompañe esa sensación de peligro extremo y acción sin límites, que se hace bastante llevadero. Una vez más, entre tantas cosas bien dibujadas, hay que destacar a las minitas y a los chiches tecnológicos. La parte en que Goku y los agentes de la JCIA se lanzan en submarinos a sitiar la base del villano es totalmente acojonante.
La segunda historieta tiene el planteo más flojo de todas las que leí hasta ahora: Goku tiene que proteger a una campeona de motocross (casualmente ex-novia suya) a la que quieren boletear para sacarle un microfilm que tiene implantado en una nalga. Cambiamos a Goku por Tristán, ponemos a Susana Traverso a andar en moto con unas calzas que le marquen bien el orto, y tenemos un clásico de la berretada ochentosa listo para ser hit en todos los cines. Milagrosamente, de esta premisa tercerona sale una historieta bastante digna, porque Terasawa encuentra una vuelta de tuerca copada: la minita en su moto, Goku en su Corvette y los asesinos en un mega-camión terminan como competidores en el rally Paris-Dakar, y todo el intento por matar a Bonnie cobra la forma de una super-persecución tipo Los Autos Locos, pero con gente que se lastima de verdad. Terasawa tira data muy bien investigada sobre el rally y los desiertos del norte de Africa proveen un cambio de escenario muy bienvenido, después de tantas páginas de rascacielos de Tokyo. Por supuesto, Goku se vuelve a encamar con su ex-novia y, ya que está, le gana al malo de un modo medio traído de los pelos. Pero una vez finiquitado el villano, se viene un epílogo totalmente impredecible y muy emotivo.
En cualquier momento voy por el tomo 3. Ojalá ahí me expliquen bien quién carajo le implantó a Goku ese ojo super-power y le dio ese bastón alucinante. Y a ver si me lo muestran aunque sea UNA vez como un tipo más humano y más vulnerable, porque el guacho pija, el Number One insuperable en todas las disciplinas, ya me hinchó un poquito las bolas…

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